El funcionamiento del sistema madre-placenta-feto

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Funcionamiento del sistema madre-placenta-fetoEl proceso de desarrollo individual es una secuencia programada de funcionamiento de partes individuales del genoma y se expresa mediante un cambio en la síntesis de proteínas, la proporción del número de enzimas individuales.

Al mismo tiempo, este proceso está determinado no solo por prerrequisitos genéticos, sino también significativamente modulado por la influencia de factores ambientales en la realización del genoma. A su vez, el óvulo fertilizado, al ser un organismo extraño, también afecta activamente el sistema inmunológico de la madre. Por otro lado, el estudio de los factores que aseguran el normal desarrollo del feto permitió identificar una serie de períodos críticos, especialmente sensibles a los efectos adversos del organismo materno.

En relación con lo anterior, se puede ver que el desarrollo adicional de métodos modernos de monitoreo del estado del feto es de gran importancia práctica, ya que tiene como objetivo reducir la morbilidad no fatal, en cuya estructura el retraso del crecimiento intrauterino, el síndrome hipóxico y la asfixia de los recién nacidos ocupan un lugar destacado.

Actualmente, se han obtenido nuevos conocimientos sobre el mecanismo de la hipoxia fetal, sobre cambios en la hemodinámica y microcirculación en el feto con insuficiente suministro de oxígeno, sobre reacciones compensatorias-adaptativas en el sistema madre-placenta-feto, que aseguran la supervivencia del feto. Al mismo tiempo, los cambios en el metabolismo en el sistema mencionado durante la hipoxia fetal y el desarrollo intrauterino retrasado requieren más estudios y, especialmente, la necesidad de identificar posibles trastornos metabólicos incluso en la etapa premórbida antes de las manifestaciones clínicas de la enfermedad.

Todo lo anterior indica que los estudios fundamentales de las relaciones en el sistema "madre-placenta-feto" en el proceso de desarrollo intrauterino del feto en condiciones normales o patológicas tienen una gran importancia no solo teórica sino también práctica.

La relevancia del estudio de las funciones del complejo fetoplacentario-materno, uno de los principales mecanismos responsables de la formación de condiciones adecuadas para el desarrollo intrauterino normal del feto, está fuera de toda duda. A partir del momento de la fecundación, la interacción del embrión y el organismo materno, y después de la implantación, el funcionamiento del sistema "madre-placenta-feto", integra la relación fetal-materna. Además, cualquier cambio en la homeostasis en el cuerpo de la madre se refleja en el desarrollo del feto. A su vez, los trastornos metabólicos en el feto afectan la vida de una mujer embarazada. Es por eso que varios efectos adversos en el organismo materno afectan significativamente las tasas de desarrollo embrionario y fetal y la naturaleza de maduración de los sistemas funcionales de la vaina.

Funcionamiento del sistema madre-placenta-fetoNumerosos estudios de científicos nacionales y extranjeros se dedican al estudio de las regularidades del funcionamiento del sistema "madre-placenta-feto". Se ha demostrado que en este sistema funcional, la placenta y el líquido amniótico son los enlaces de conexión más importantes y están disponibles para muchos tipos de investigación. La conexión humoral entre el cuerpo de la madre y el feto en desarrollo es de suma importancia, ya que gracias a ella, la madre tiene grandes oportunidades de influir en el estado funcional del feto y la ontogénesis intrauterina, utilizando cambios cuantitativos y cualitativos en la circulación transplacentaria. Al mismo tiempo, una parte importante de la información del feto en desarrollo llega a la madre también a través de la ruta humoral.

Características morfológicas de la placenta humana.

En los trabajos de varios autores, se investigan las principales etapas de la evolución de la placenta, se reflejan sus funciones endocrinas, tróficas, de barrera y otras funciones importantes, se presentan los conceptos del sistema feto-placentario, procesos enzimáticos y compensatorios que ocurren en ella durante el embarazo fisiológico o complicado. La placenta humana es de tipo hemocorial. En el proceso de desarrollo de este órgano, se distinguen las etapas de diferenciación, crecimiento, madurez y envejecimiento.

En la primera mitad del embarazo, prevalece el crecimiento de la placenta. Desde la semana 22 a la 36 de la ontogénesis intrauterina, se produce un aumento de la masa de la placenta y del feto de manera uniforme. Hacia la semana 36, ​​la placenta alcanza la madurez funcional y morfológica. Posteriormente, se produce el crecimiento fetal sin un aumento pronunciado de los componentes funcionalmente activos de la placenta. También se encontró que un aumento intensivo en el peso corporal fetal comienza solo después de la finalización del desarrollo del sistema de circulación sanguínea uteroplacentaria y el cese de la neoplasia y el crecimiento vascular del lecho microcirculatorio.

La mayor parte de la placenta está representada por vellosidades coriónicas. En las primeras etapas del embarazo, se distinguen 3 capas en ellas: endotelio capilar, mesodermo coriónico y trofoblasto. Con la ayuda de un microscopio electrónico se encontró que el trofoblasto es heterogéneo y consta de sincitiotrofoblasto, trofoblasto "intermedio" y citotrofoblasto. Las principales funciones del trofoblasto son la implantación de blastocistos, el desarrollo de las arterias uteroplacentarias, la síntesis de hormonas y proteínas específicas del embarazo. Cabe destacar que en esta capa de vellosidades tiene lugar el contacto más cercano de los flujos sanguíneos maternos y fetales, y los principales procesos de metabolismo e intercambio de gases ocurren en pequeñas vellosidades de reabsorción ubicadas principalmente en las partes basales de la parte fetal de la placenta. En condiciones fisiológicas durante el embarazo a término, la superficie de las vellosidades es de 12,5 a 14 metros cuadrados.

Después del parto, la parte fetal de la placenta está representada por un amnios liso, la placa coriónica y la parte vellosa del corion.

El amnios (membrana fetal) consta de las siguientes capas: endotelial, membrana basal, una capa compacta de fibroblastos y esponjosa. La placa coriónica está cubierta desde arriba con amnios y desde el lado del espacio intervelloso está revestida con sincitiotrofoblasto o capa fibrinoide de Langans. Las venas y arterias umbilicales atraviesan el tejido conectivo de la placa coriónica.

El citotrofoblasto del corion liso crece junto con el tejido decidual, uniendo la vejiga fetal con los tejidos maternos. La parte vellosa del corion está representada por vellosidades, que en un recién nacido a término están cubiertas desde el exterior con una capa de sincitiotrofoblasto. En algunas vellosidades, se ve un citotrofoblasto ubicado debajo del sincitiotrofoblasto dentro de la membrana baval común. En forma de capa continua, el citotrofoblasto se presenta solo en las primeras etapas del embarazo. A medida que la placenta madura, el número de citotrofoblastos disminuye, la capa tegumentaria del sincitiotrofoblasto se aplana, los capilares se acercan a la membrana basal del sincitio, formando una zona de la barrera placentaria-uterina. Existe la opinión de que se trata de un transporte pasivo de sustancias de bajo peso molecular y que su presencia en la zona de las vellosidades es un signo de madurez de la placenta.

Funcionamiento del sistema madre-placenta-fetoEl sincitiotrofoblasto no tiene límites celulares, forma una capa continua y se caracteriza por un citoplasma vacuolado basófilo con una gran cantidad de ribosomas libres y un retículo endoplásmico bien desarrollado. El espesor del sincitiotrofoblasto varía de 3 a 20 micrones. Los núcleos del sincitiotrofoblasto están distribuidos de manera desigual; en él se revelan áreas no nucleares y focos de proliferación: los nodos sincitiales, que se determinan en el 10-30% de las vellosidades. Algunos de estos nódulos sobresalen en la luz, se separan y forman capas que se transportan al torrente sanguíneo de la madre y se instalan en los capilares pulmonares.La formación de ganglios sincitiales en la placenta madura se asocia con la reducción del lecho capilar de las vellosidades y, como resultado, el desarrollo de procesos compensatorios por parte de los elementos del trofoblasto. Debajo del sincitiotrofoblasto está el estroma de las vellosidades con capilares fetales que las atraviesan.

Se ha establecido que el papel más importante en las funciones metabólicas de la placenta lo desempeña el sincitiotrofoblasto, que está en contacto directo con la sangre materna.

En la placenta se encuentra constantemente un fibrinoide, que aparece primero en la superficie de la placa basal y desde el interior de la placa coriónica. El propósito principal de un fibrinoide es una función de barrera destinada a prevenir un conflicto inmunológico debido a una violación de la integridad del sincitiotrofoblasto y el contacto de los tejidos maternos y fetales. El fibrinoide se ve a menudo en las vellosidades terminales, por lo general en áreas donde anteriormente había daño a la capa de sincitiotrofoblasto. Contiene inmunoglobulinas, fibrina, plasma. Todos estos tipos de fibrinoides se forman a partir de elementos de la sangre materna y se denominan fibrinoides maternos. La acumulación excesiva de dicho fibrinoide en combinación con la acumulación de cal en la placa coriónica y el estroma de las vellosidades grandes se consideran signos de envejecimiento de la placenta. Se distingue especialmente la degeneración fibrinoide, hasta la necrosis en el estroma de las vellosidades, el llamado fibrinoide fetal, cuya acumulación es evidencia de envejecimiento de la placenta o un reflejo de insuficiencia fetoplacentaria. Por otro lado, se sabe que uno de los motivos del inicio del parto es una disminución del área de metabolismo entre el cuerpo de la madre y el feto, debido al envejecimiento del trofoblasto.

En el epitelio coriónico se encuentran ARN, proteínas y grupos de proteínas activas. El glucógeno se detecta en el citotrofoblasto y el estroma de las vellosidades, las glicoproteínas, en el sincitio, las membranas basales del epitelio coriónico y los capilares de las vellosidades, glicosaminoglicanos, en el estroma de las vellosidades, ARN, en el sincitiotrofoblasto.

Así, el sistema intravelloso se asocia con el metabolismo fetal-materno y la red paravascular sirve como una especie de derivación cuando el sistema capilar de las vellosidades terminales está sobrecargado. El tono de los vasos placentarios depende de la composición gaseosa de la sangre que fluye a través de los espacios intervellosos.

La circulación sanguínea úteroplacentaria aumenta al máximo a las 37-38 semanas de embarazo, luego el flujo sanguíneo placentario disminuye ligeramente. La circulación úteroplacentaria alcanza su máxima tensión al comienzo del parto.

Por lo tanto, las características morfofuncionales del sistema feto-placentario indican los procesos complejos y diversos que ocurren en él y aseguran el desarrollo normal del feto en condiciones de embarazo fisiológico.

Gavrilova N.V.


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